Este cuento
muestra a un
hombre al cual
le han crecido
las manos y
sufre un ataque
de risa por
el cosquilleo que
le produce el
roce de sus
dedos con el suelo.
Como en general
sucede en la
pluma de Julio
Cortazar, lo que más salta
a la vista es
la forma tan
característica de los
personajes de afrontar
situaciones ficticias y fantásticas. Cortazar
trenza, poco a poco
, lo ficticio con
lo real dandole
sentido, haciendo que
el lector se
enrede en ese
tejido de realidad
y fantasía, atrapando,
jugando con su
sentido común: Haciendo
que acepte las
reglas del mundo
creado por Cortazar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario